La recesión económica y la post pandemia fueron dos grandes impulsores de la desestabilización y la falta de dinamismo financiero en el 2022. Por lo contrario, este año todas las instituciones, incluyendo a las cooperativas, se muestran mayormente optimistas dentro de sus funciones y para las proyecciones en materia de resultados.
El buen augurio se traduce en lo que las cooperativas de ahorro y crédito han conseguido mediante su buena gestión y la mirada a futuro con estrategias y acompañamiento real a la membresía. Esta misma tendencia favorable de la cual se habla, fue destacada por el presidente del Instituto Nacional de Cooperativismo (INCOOP).
El presidente del Instituto Nacional de Cooperativismo licenciado Pedro Löblein destacó en varios medios de comunicación que este vuelta positiva se vio especialmente en los activos de las entidades solidarias, con un crecimiento del 8% interanual. Por otro lado, los socios ahorristas tienen su preponderante participación en la reactivación y movimiento económico mediante sus aportes. De esta manera se evidencia y se ejemplifica mayormente la confianza de los compatriotas cooperativizados, que cada vez van sumando más.
Los créditos que ofrecen y brindan las cooperativas del país muestran la fuerza del apoyo y la asistencia. Esto puede entenderse a través de los múltiples tipos de préstamos y del público al que finalmente están dirigidos. Pero dentro de ello buscan tasas de interés o plazos de financiación cómodos que sean un verdadero aliado para los asociados en tiempo y forma.
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