Se trata de un nuevo estudio publicado por científicos chinos. La rotación del núcleo del planeta se ha parado e incluso estaría rotando al revés. Desde hace miles de millones de años, la Tierra gira sobre su eje, lo que da lugar al ciclo de día y noche. Este cambio estaría provocando desiertos convertidos en bosques, y climas dados la vuelta.
Imagine un mundo donde todo lo que conoces cambia de repente. Un planeta donde el sol se levanta por el oeste y se pone por el este, donde los vientos, así como las corrientes oceánicas, se desplazan en direcciones inusuales. Este es el escenario que exploraríamos si el planeta Tierra girara en sentido contrario.
De acuerdo con las últimas investigaciones, los expertos señalan que el efecto Coriolis se vería afectado, un fenómeno físico que hace que los objetos en movimiento se desvíen de su trayectoria debido a la rotación del planeta Tierra. Este efecto influye en el sentido de giro de las tormentas y los ciclones, que es diferente según el hemisferio en el que se encuentren.
Sin embargo, si nuestro planeta girara en sentido contrario, los vientos alisios cambiarían de dirección y soplarían del oeste al este, esto tendría consecuencias drásticas para la distribución de las precipitaciones y la vegetación. La vida en la superficie del planeta se vería seriamente amenazada por los efectos nocivos de la radiación.