La chastaca nació a partir de una técnica para conservar la carne en épocas milenarias cuando no había sistemas de refrigeración. Las matronas de Misiones pasan la receta de generación en generación para que este alimento se ponga al alcance del paladar de los comensales.
Según el libro «La cocina Pya de Raquel Livieres», se escribe chatasca, aunque hay otros que escriben chastaca y algunos chastaka, chataca o incluso shataka. Se trata de una carne vieja seca que se suele acompañar con huevo. Antiguamente, la carne seca era muy importante en la dieta de la familia paraguaya.
En las estancias la carneada era de rigor y la única manera de conservar la carne (ya que no tenían heladera o nevera) era haciendo grandes charques o mantas, que se secaban al sol, y cecinas de las carnes más pequeñas. En ocasiones se les daba un suave salado y eran aliñados con jugo de apepu (naranha hái) o se secaban al natural. De la carne seca obtenemos platos muy sabrosos y el más famoso es la chastaca.